proyecto sanctus
impresión digital y vinilo sobre aluminio
150x80cm
San Esteban
impresión digital sobre aluminio
150x100cm
triptico de san Jorge
acrílico y óleo sobre tabla
200x200cm
transfiguración de Cristo
óleo sobre tabla con tarlatana
114x160cm
ecce homo
óleo sobre lona
123x123cm
retablo de san Bartolome
óleo sobre retablo de madera
220x100cm
san Juan bautista
óleo sobre tabla con tarlatana
245x123cm
san Juan bautista
bolígrafo sobre papel
165x70cm
san Onofre
acrílico sobre lona
196x94cm
san Pedro mártir
acrílico sobre lona
110x90cm
obispo ortodoxo; san Cirilo // monje ortodoxo; san Metodio
bolígrafo sobre lienzo
óleo sobre tabla con tarlatana
45x77cm
inmaculada
óleo y bolígrafo sobre lienzo
180x130cm
dolorosa
técnica mixta sobre lona
178x135cm
Judit con la cabeza de Holofernes
técnica mixta sobre lona
100x81cm
san Pedro mártir
diversos materiales
texto de la exposición
"Una sospecha parece ir encontrando confirmación: poco a poco, pero de un modo inequívoco e irresistible, el arte de este siglo se ha ido convirtiendo en apropiación y comentario, de si mismo o de algo muy anterior. El imperativo de la novedad ha dado paso al de la referencia ...; la tradición vuelve a convertirse así en una garantía, en un refugio, en un soporte y en una vía de conocimiento."
Jordi Ibañez
Después de la decapitación del Arte.
Diego Arenales es un artista que opera en la tarea de intentar refundar una nueva mitología; un comentario irónico de la vida contemporánea que se construye sobre los artefactos huecos de la imaginería religiosa, huecos porque solo son recipientes, fragmentos de una tradición retórica, ritual y simbólica, espejos de la escisión entre un pasado que ya sólo es sueño y un presente que juguetea con la redención y la improbabilidad del futuro.
Diego, explora en el sentido de estos símbolos, pero en su época que es, sin embargo, una época sin símbolos, trabaja en una especie de sin nada, en un aparente sin sentido que no le permite hacer alarde de potencia o de impotencia, pero por paradójico que parezca la sarcástica duda en la que se sustenta su tesis es profundamente artística, porque ella misma es ya procedimiento.
Nietzsche en su Ecce Homo dice: [Todo lo que se piensa, escribe, pinta y compone, y aún todo lo que se construye y plasma, pertenece o al arte monológico o al arte ante testigos. Dentro de éste último hay que contar también aquel aparente arte monológico, que encierra en si la fe en Dios, toda la lírica de las oraciones, pues para un piadoso no existe la soledad, este descubrimiento lo hemos hecho sólo nosotros, los ateos. Yo no conozco diferencia más fundamental de la óptica total de un artista que ésta: si mira por los ojos del testigo hacia su obra de arte en formación (hacia “sí”), o si ha “olvidado el mundo”, como en lo esencial de todo arte monológico, el cual descansa en el olvido, es la música del olvido].
Arenales propone en su obra un reordenamiento de los términos de Nietzsche, donde él, en la soledad piadosa del testigo contempla la reificación de la que en su día fue una obra de arte total, sobre la difusa escenografía de un mundo que reinventa su memoria como una música olvidada.
Fernando Vázquez Mourelo.
Pintor y Profesor de la Facultad de
Bellas Artes de Salamanca.